viernes, 10 de febrero de 2017



Onírico el día

Llega la mañana a mi cama
Y cuchichea a mis oídos.

Llega y se hace cómplice
De mi perversa caída de tono.

Y con el pasar de las horas
Se hace fuerte en mis adentros,
Se acomoda y, al llegar la tarde,
Habla de sueños inacabados,
De pensamientos sobre un amor.

Habla y me mira,
Y me dice que ese amor
Está tan dentro de mí,
Tan satisfecho y feliz,
Que no debo salir.

Por no dejar de verte,
Quiero seguir tu suerte,
Quiero que me sigas
Haciendo feliz.







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