lunes, 3 de octubre de 2016


 

 

 

 

La roca cetrina

 

 

 

 

Al fin he llegado al final de la roca cetrina,

Al lugar imaginado desde donde,

Con mi propia iluminación,

Alcanzo a ver como los que me seguían,

Se derrotan en grupos por los collados.

 

La cima de la roca es un lugar anodino,

Esa cima no es lo que algunos, en mis

Sueños de noches inesperadas,

Me decían que encontraría en la estepa.

 

Aquellos que venían a mi alcoba

Durante las noches cambiantes,

Conversaban, con gran sentimiento,

Acerca de las alturas, colores y formas,

De cuantas rocas decían que

Se encontraban tras los oteros blancos.

 

En las madrugadas del invierno frío e inhóspito,

El eco de las tertulias de los pobladores

De mis sueños constantes,

Llegaba a mis oídos trayendo

Las palabras de unos vividores,

Y el aliento de las alforjas vacías

De unos viajeros dormidos.

 

 

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