Solo Hable de los vivientes.
Durante las paradas de Descanso,
En sórdidas desconocidas y polvorientas Ventas,
Nos mirábamos Sin querer VER, escuchábamos
El aleteo de los moscones,
El tintineo de los Vasos de chato,
Alguna Carrera Que se Daba el armadillo,
Y el leve y severo sonido De Una brisa vestida de tul.
Durante Aquel Prolongado trayecto,
Supe Que Yo no vivia.
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