NAVEGAR
Y sabiendo que navegaba
En línea recta hacia su morada,
Me dispuse a tomar un tentempié.
Me senté en la bodega
Junto a la mesa movible,
Abrí las puertas de la alacena
Y me dispuse, con mucha calma,
La que brinda el conocimiento
De que tu rumbo está bien,
A sacar unas peladillas,
Una botella de Vermut,
Banderillas y palillos
“Extraplanos El Avión”.
Cuando desperté, me encontraba
En la bocana del puerto…
No sé de que puerto,
Porque no me interesaba su nombre,
Lo que me apasionó sobremanera,
Fue que en el barco de al lado,
Tendida sobre la cubierta,
Con el cuerpo radiante de magia,
Los ojos repletos de felicidad,
Y las rodillas flexionadas
Mostrando el brillo articular,
Y la fantástica cara de siempre,
Magnética y envolvente.
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