Los ojos cerrados
Cierro mis ojos y veo como llegan, oscureciendo el cielo,
Las ababas vestidas de novia y cantando bachatas Cibaeñas.
Cuando los abro, por ver si aún brilla el cielo,
Me apresan la brisa constante y los cucos que no callan.
Otra vez cierro mis ojos buscando las ababas
Y no encuentro sino las pizarras intocables.
Quisiera tener dominio sobre aquello que aparece,
Lo que a la noche es bermellón y al alba cetrino.
Y quisiera también avituallar a las orugas,
Que viajan sin descanso y sin pensamientos.
Que grande sería la mirada de los cervatillos,
Si solo viesen crecer sus crías bajo el amparo
De los arrepentidos.
Cuan brava se ve la mar en mis entrañas,
Y que bello cantan los petreles.
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