miércoles, 22 de junio de 2016

Nada, nadie

En el recodo está la señal,
La señal de marchitarse.
A la vuelta del rosal...
Increpan los necios
A los desconocidos,
Y bordean sus angulosas caras
En busca de un pensamiento,
En busca del reconocimiento
Que perdieron por estar
En duerme vela vacío.
Entre el hangar y los colgajos
Solo hay sudor y subida,
Solo una chopera inventada,
Unos nardos de ornamento
Y las miradas de los viajantes.
Nada está preparado para nada,
Nadie ha estado esperando relevo.
Nadie ha querido ser un dibujo
En los pasquines de los desconocidos,
Ellos, los que siembran desorden
En la cosecha.





 

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