sábado, 11 de junio de 2016

Domingos en silencio

Recordando aquellos días domingo.
Aquellas mañanas de aquellos días
Distintos, festivos, sin colegio,...
Sin ruidos, los sonidos de la
Movilidad exterior cotidiana.

Los trasiegos de la casa que,
Por arte de magia, en Domingo
Desaparecían, nadie trasteaba
En la planta baja preparando
Desayunos para catorce.
Y sobre todo, mamá no ejercía
De despertador, el maravilloso
Despertador que era ella,
En la planta baja tocando
Nocturnos o sonatas de
Chopin, su amado y admirado
Compositor.
Si, mamá con la
Dulzura de sus manos,
Era nuestro despertador,
Cuando, los días de diario,
Habíamos de asistir al colegio.
Tampoco su mágico despertador
Sonaba en día Domingo.
Todo era un silencio
Lleno de fantasía, y mí
Mente no sabía que ocurría.
Era por todo ello y por mí
Obsesión con la incomprensión
De la realidad tal vez, que
En tales días me pitaban los oídos.



 

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