miércoles, 15 de junio de 2016

CONTAR

En mi casa hemos sido once, y siempre ha estado presente un hombre que, intimo amigo de mi padre desde los 4 años, seguía comiendo con mi padre semanalmente hasta que éste murió con 87 años. Al morir mi padre, este hombre, vasco, como mi padre, me dijo:
-José, a partir de ahora el sustituto de tu padre para mi eres tú.
Celebrando una de esas comidas (en las que yo sustituía a mi padre), me dijo:...
-´Tu vida es algo increíble, deberías escribir una memorias.
La vida es algo tan cargado de sucesos y avatares, que hube de contestarle:
-Lo siento Luis, pero no puedo ontar mi vida, han ocurrido cosas en ella que no se pueden contar. Me quedé pensando un rato y me dí cuenta de lo triste que es no poder contar tu vida, entre otras cosas porque iría preso.






 

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