José De Benito

Cambio de realidad

Había dejado de creer en las mareas altas,
En la bajamar y en la pleamar,
Ya no esperaba una tormenta con arco iris,...
Como tampoco pensaba en primaveras de
Almendros blancos y otoños con arbustos bermellón.
No iba a llegar ya una realidad entera,
No vería más al cartero con misivas de amor,
Ni al farero limpiando los engranajes.
Las neblinas matutinas y las tardes de paseo
No se dejarían reconocer más,
Y las fiestas de mi pueblo se esfumaron.
Nada más en realidad,
Ni siquiera realidad.
Y un extraño día salí de mi cama
Y allí estaba en pie, con una mirada generosa,
Con la pose de una dama encantada,
Con el aura de una musa en flor.
Era la mujer desaparecida,
La que llegó para avisarme de que
Todo estaba cambiado, y que ella se quedaba.