jueves, 6 de agosto de 2015

BAILE DE MÁSCARAS
A Luis, mi padre
Dentro de la máscara del viviente está
la cabeza del pensador entregado
a enamorar, a reír, a decir
versos que endulzan a los que vuelan
con la ilusión de ser felices.
Sobre el circo con pista de tierra
(la que se ha de cubrir)
para acoger a los que miran y saben
por qué se cubre la tierra:
para cuidarla con mimo.
No habría circo sin ella.
No habría bailes de máscaras.
No habría simbiosis.
Se empobrecería el espíritu
de los vivientes.
Sobreviviendo al paso del tiempo
el viviente sigue haciendo pensar,
sugiriendo a los que miran el espectáculo
que un día tomarán el testigo,
que habrán de enamorar riendo en la pista,
haciendo creer, haciendo sentir,
diciendo verdades, mentiras, pequeñas
falacias, ensortijando
con golosinas de verdad.
¡El circo sigue, amigos!



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