jueves, 8 de enero de 2015

El circo

Me dispongo, aun con los cabellos mojados,
A ir a ver a una persona con sonrisa abierta,
De trato trasparente como lo es el arroyo,
Con ropa vestida por los pies,
Intenciones con aroma de menta,
Y con voz de tono sereno y cristal.
Me dispongo a saludar en el
Castillo de las fantasías y los sueños,
En esa enorme caja de bombones que es el circo,
A mi amigo, mi maestro, el hombre,
Mi hermano y mi padre, que quiso ser payaso.
Y desde el día en que él tomó ese atajo,
Se presentaron ante mí todas las bellezas
Que hay en mi entorno,
Y yo desconocía.



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