Las espaldas
Las manos tintadas de mineral
Y la faz tostada por la sombra,
Las espaldas encogidas
En forma de una mata de pascua.
Que impresión al ver los ojos
Envueltos en amianto húmedo.
Las clavículas tendidas
Con sabor a pergamino.
Cuánta sabiduría en las fauces
Y el saco color negro,
Lleno de partituras sin mirar.
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