El peso del color
Ha llegado, pasando la puerta de caballerías,
Un hombre con aspecto insigne,
Con guardapolvos muy gastado
Por las inclemencias del tiempo,
Con botas carmín,
Tocado con sombrero de tres pedradas,
Cetrino de aspecto, y caído
Por el peso del polvo amarillo.
En el patio porticado,
De aspecto sórdido,
Y con olor a rancho lejano,
Se hallaban tendidos,
Como estatuas de arcilla negra caída,
Los cuatro que no dormían,
Por temor a que alguno
Se delatara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario